Un ciclón azotó el estado de Río Grande do Sul, en el sur de Brasil, dejando un saldo trágico de al menos 13 personas fallecidas, incluyendo a un bebé de tan solo cuatro meses. Además, cuatro personas continúan desaparecidas y cientos de viviendas sufrieron daños.
Más de 3.700 personas resultaron afectadas por el temporal, siendo 697 evacuadas por los bomberos debido al riesgo que presentaban algunas zonas. Alrededor de 2.400 personas fueron rescatadas en los últimos dos días por los mismos bomberos.
Las víctimas fatales fueron reportadas en diferentes localidades del estado, entre ellas São Leopoldo, Novo Hamburgo, Principio Bom, Maquiné, Gravataí y Esteio. Las causas de las muertes incluyen ahogamiento, descarga eléctrica, sepultura y derrumbes.
El gobernador Eduardo Leite declaró que la situación en Caraá es especialmente preocupante y que se está trabajando para identificar a las personas que necesitan apoyo. "Nuestro principal objetivo en este primer momento es proteger y salvar vidas humanas. Rescatar a las personas que están aisladas, localizar desaparecidos y dar apoyo a las familias", agregó.
El ciclón también provocó daños materiales significativos, con cientos de viviendas afectadas y vehículos arrastrados por los fuertes vientos. Medios locales reportaron que el agua alcanzó niveles peligrosos en algunas zonas, obligando a los bomberos a evacuar a algunas personas en helicópteros.
La Defensa Civil del estado continúa trabajando en la búsqueda de las personas desaparecidas y en la evaluación de los daños causados por el ciclón. Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familias en estos momentos difíciles.