Argentina se convierte en uno de los pocos países de Latinoamérica que regula la producción y consumo de cannabis para uso medicinal e industrial. El presidente Alberto Fernández firmó el decreto que regula la ley 27.669, la cual establece una cadena de producción y comercialización local o con fines de exportación de la planta, sus semillas y sus productos derivados destinados al uso medicinal e industrial.
La nueva normativa permitirá la fabricación y comercialización de productos derivados como alimentos, cosméticos y aplicaciones medicinales para humanos y animales. Se espera que esta industria genere en los primeros años unos 10 mil puestos de trabajo para una demanda de aproximadamente seis millones de usuarios.
El marco regulatorio considera "cannabis psicoactivo" aquellas plantas con flores secas que superen en su composición química el 1% de tetrahidrocannabinol (THC). Por lo tanto, hasta ese porcentaje es legal a partir de ahora la fabricación de productos a base de la sustancia. La ARICCAME tendrá la potestad de actualizar esa proporción según se avance con nuevos modelos de legislación o descubrimientos científicos, tecnológicos e industriales.
Además, el Gobierno otorgará al menos unas 80 licencias antes de fin de año a través de la Ventanilla Única de la Agencia Regulatoria del Cannabis (ARICCAME), lo que permitirá a los productores y comercializadores cumplir con las exigencias del Estado para trabajar en el mercado legal.