En una manifestación pacífica, alrededor de 600 vecinos de Campo Viera se reunieron para pedir el fin de la violencia en su ciudad, en una marcha que se llevó a cabo el sábado por la tarde. Los manifestantes expresaron su preocupación y temor de que los eventos violentos puedan repetirse, pero también dejaron en claro que no están en contra de las organizaciones sociales.
La marcha fue convocada después de una protesta del Movimiento de Trabajadores Rurales (MTR) que terminó con manifestantes y policías lesionados, así como con serios destrozos en la sede municipal. Los vecinos repudiaron los hechos violentos y dejaron en claro que no quieren más manifestaciones agresivas en su ciudad.
"Este es un pueblo muy chico para que sucedan estas cosas", dijo un vecino durante la manifestación. "Espero que las cosas ahora vayan por buen camino. Creo que lo que hicieron los manifestantes está mal, acá nos conocemos entre todos y ojalá que no nos vuelvan a pasar estas cosas. La Municipalidad es de todos los vecinos, no del intendente. Romper lo que tenemos no nos parece".
La protesta del MTR fue acusada de haber llegado ante la sede comunal con piedras, bombas molotov e incluso se llegó a rociar con combustible a un efectivo policial. Tres personas detenidas fueron puestas en libertad el viernes pasado, aunque continuarán supeditados a la causa.
El sacerdote Fabián Szyszkwoski, quien estuvo a cargo de la oración y bendición ecuménica de la marcha, también se refirió a las motivaciones que lo llevaron a involucrarse con el reclamo de las familias de Campo Viera.
"Participo como párroco y como vecino, porque los hechos ocurridos sembraron terror en nuestra comunidad", dijo Szyszkwoski. "La gente se quedó con miedo, algunos de los comerciantes ya no quieren ni abrir sus comercios. Acá en Campo Viera somos una familia y por eso hoy sentimos que nos tenemos que cuidar entre todos y defender inclusive a quienes nos defienden".