Tras más de un siglo de ausencia, la emblemática placa de piedra conocida como "Frontis 2" será devuelta a su lugar de origen en las Ruinas de San Ignacio Miní. Este miércoles 20 de septiembre, en un acto histórico que contará con la presencia del ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, se llevará a cabo la ceremonia de descubrimiento y restitución en el museo de la Misión Jesuítica.
La reliquia, tallada por guaraníes y con el sello distintivo de los jesuitas, fue originalmente ubicada en los portales de la iglesia de la reducción de San Ignacio Miní. Sin embargo, en 1901 fue trasladada al Museo Histórico Nacional en Buenos Aires gracias a la gestión del entonces senador Carlos Pellegrini.
La placa, que pesa alrededor de 1.300 kilogramos y se encontraba fragmentada en cinco partes, fue meticulosamente restaurada por un equipo especializado de la Dirección Nacional de Museos. Su monograma en relieve representa a la Compañía de Jesús e incluye las letras iniciales "I. H. S." (Jesús Hominum Salvador en latín), acompañadas por una cruz y tres clavos.
El traslado desde el Museo Histórico Nacional hasta Misiones fue posible gracias al esfuerzo conjunto de numerosos profesionales que se encargaron del desmontaje, limpieza, puesta en valor y nuevo montaje de la pieza. El Espacio San Ignacio Miní, perteneciente al Ministerio de Cultura, será el nuevo hogar de esta reliquia histórica.
Además de la placa, el espacio contará con una selección de objetos arqueológicos que ilustran las tradiciones de las comunidades guaraníes y su relación con los jesuitas a lo largo del tiempo. El guion del espacio estuvo a cargo de la investigadora del CONICET Agustina Rodríguez Romero, mientras que el diseño de montaje fue realizado por el equipo de Diseño de Exhibiciones de la Dirección Nacional de Museos, coordinado por Valeria Keller.
Es importante destacar que si bien la pieza será custodiada por el Ministerio de Cultura a nivel nacional, su regreso a la tierra colorada representa un hito significativo en la restitución del patrimonio cultural y su conexión con su lugar de origen.
Con esta emocionante ceremonia, se concluye un largo proceso que permite devolver a San Ignacio Miní una parte invaluable de su historia y patrimonio. La restitución de la placa de piedra marca un hito en el reconocimiento y preservación del legado cultural y arquitectónico de las misiones jesuíticas en Argentina.