En una tarde-noche cargada de música y tradición, los residentes de Puerto Iguazú se congregaron en la Plaza de Barrio Obrero para dar inicio a las festividades conmemorativas del 122º aniversario de la localidad. La Fiesta del Reviro, un evento emblemático que rinde homenaje a la historia y cultura de la ciudad, fue el punto central de esta celebración vibrante y única.
Desde las 18 horas, la Plaza de Barrio Obrero se convirtió en el epicentro de la actividad, llenándose de un ambiente festivo que atrajo a personas de todas las edades. El plato estrella de la fiesta fue el Reviro, y el concurso para encontrar el mejor reviro de la ciudad se convirtió en uno de los momentos más emocionantes de la noche. Numerosos participantes compitieron por el codiciado título de maestro del reviro, presentando sus propias recetas y toques especiales.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de disfrutar de una amplia variedad de reviros, cada uno con su sabor único y cautivador. Desde los reviros más tradicionales hasta las versiones innovadoras, los paladares fueron deleitados por esta deliciosa comida típica que representa la esencia culinaria misionera.
Además de la gastronomía, la música desempeñó un papel fundamental en la Fiesta del Reviro. Emocionantes actuaciones en vivo mantuvieron a la multitud animada durante toda la noche. Talentosos artistas locales como Pablo Kovalski, Ferchoo y La Liga Nois se subieron al escenario para ofrecer actuaciones memorables que hicieron que todos los presentes se levantaran de sus sillas y se unieran a la fiesta.
"Este aniversario número 122 será recordado no solo por su significado histórico, sino también por la vibrante Fiesta del Reviro que une a la comunidad en torno a la cultura, la tradición y la deliciosa comida misionera", señalaron los organizadores.
La Fiesta del Reviro en Puerto Iguazú se consolida como un evento emblemático que celebra la identidad y el espíritu de la ciudad. Con una mezcla perfecta de historia, cultura y gastronomía, esta festividad anual se ha convertido en una tradición esperada por los habitantes y visitantes de Puerto Iguazú.