Dos de Mayo, un pequeño pueblo ubicado en la provincia de Misiones, Argentina, lleva consigo una historia significativa y emblemática. En una entrevista con Jorge Vargas, quien fue testigo del desarrollo de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Dos de Mayo desde el año 2003, se revela el origen del nombre del pueblo y su relevancia histórica.
Según las palabras de Vargas, Dos de Mayo fue bautizado en honor a los acontecimientos que tuvieron lugar el 2 de mayo de 1808 en España. En aquel momento, los españoles se levantaron en contra de la ocupación francesa, defendiendo su independencia y libertad. El propietario español de estas tierras, don Pedro Nuñez, otorgó generosamente parcelas a los colonos que buscaban establecerse en la región. Así, un 26 de agosto de 1940, se inició el asentamiento que hoy conocemos como Dos de Mayo.
El nombre del pueblo se convierte en un símbolo de resistencia y lucha por la autonomía. A lo largo de los años, Dos de Mayo mantuvo viva su historia y preservó su identidad cultural gracias a los primeros colonos.
Por ese motivo, tres estudiantes de la Universidad Nacional de Misiones de la carrera de Comunicación Social: Gabriela Zaneyk, Lucas Silva y Aymara Alvarez están llevando a cabo un proyecto para reconstruir la historia, dejar registro y que no quede olvidado los inicios del pueblo.
Con el recambio de funcionarios y autoridades previsto para el próximo 10 de diciembre, Dos de Mayo se prepara para un nuevo capítulo en su historia. Sin embargo, la esencia y el legado de aquel 2 de mayo de 1808 perdurarán en la memoria colectiva de sus habitantes.
Este relato histórico nos invita a reflexionar sobre la importancia de conocer nuestras raíces y valorar las luchas que forjaron nuestra identidad. Dos de Mayo, un nombre que trasciende el tiempo y nos recuerda que la libertad y la independencia son valores inquebrantables.
Esta entrevista exclusiva con Jorge Vargas fue realizada por dos estudiantes, Gabriela Zaneyk y Aymara Alvarez, alumnas de la UNaM en la carrera de Tecnicatura en Comunicación Social, como parte de un trabajo para la materia Seminario I.
Este proyecto demuestra el compromiso y la pasión de los jóvenes por dar a conocer la historia y promover el interés cultural en la comunidad.