Dos hermanas, de 11 y 5 años respectivamente, emprendieron una travesía de más de 20 kilómetros para escapar de la violencia que su progenitor ejercía sobre ellas. Las pequeñas salieron de su hogar en el paraje Bayo Troncho, ubicado en Los Helechos de la localidad de Oberá, y se dirigieron hacia la casa de su bisabuela materna en busca de seguridad y protección.
Durante la noche, las niñas caminaron tomadas de la mano por senderos y carreteras. Su intento desesperado por encontrar paz y refugio llegó a su fin cuando finalmente llegaron al cruce de las calles Don Bosco y San Jorge, en el barrio Ecológico de Oberá. Allí, se escondieron debajo del piso de madera de la vivienda de su bisabuela, a la espera de ayuda.
La desaparición de las hermanas generó una gran preocupación en la comunidad local. Tanto la policía como los vecinos se movilizaron en una intensa búsqueda para encontrarlas a salvo. Fue gracias a la colaboración de la bisabuela que las autoridades fueron alertadas sobre su paradero y se pudo llevar a cabo un operativo para rescatarlas.
El rescate no fue tarea sencilla, ya que las niñas se encontraban ocultas bajo el piso de madera y estaban visiblemente asustadas. Sin embargo, los efectivos policiales lograron tranquilizarlas y brindarles el apoyo necesario. Posteriormente, fueron llevadas al médico legista de turno para realizar los exámenes correspondientes y garantizar su bienestar.
El juez Benito Piriz, a cargo del caso, solicitó información al Departamento de Niñez, Adolescencia y Familia de la Municipalidad de Los Helechos para indagar sobre posibles antecedentes de violencia familiar y determinar el motivo detrás de la huida de las menores. Una licenciada en Trabajo Social confirmó la existencia de registros que señalaban situaciones de violencia por parte del padre de las niñas.
Ante esta situación, el juez dictaminó medidas de seguimiento, contención psicológica y protección integral para garantizar el bienestar de las pequeñas. Además, se designó a una asistente social para que brinde apoyo tanto a las niñas como a su entorno familiar.
Tras ser examinadas, no se encontraron indicios de abuso sexual o lesiones en las niñas. Sin embargo, su travesía deja en evidencia la necesidad urgente de proteger a los niños y brindarles un ambiente seguro en el que puedan crecer y desarrollarse sin temor.