El relato inédito de Graciela Galeano sobre Don Pedro Núñez, el Fundador de Dos de Mayo

En el corazón de Dos de Mayo, Graciela Galeano, proveniente de Buenos Aires, nos ha brindado un acceso exclusivo a las páginas más íntimas de la historia del fundador de nuestro pueblo. Durante su estancia entre familiares, Graciela nos ha llevado a un viaje cautivador a través de los recuerdos, desvelando la vida y legado de Don Pedro Núñez, el visionario español detrás de la fundación de Dos de Mayo.
Desde la serenidad que impregna las calles de Dos de Mayo, Graciela comparte con detalle la conexión de su familia con el fundador del pueblo. La historia comienza con la llegada de su padre desde San Carlos, Corrientes, atraído por la promesa de empleo en Santa Inés, un establecimiento que Don Pedro Núñez había convertido en un epicentro de actividades agrícolas.
Santa Inés, bajo la dirección de Don Pedro, se erigía como un establecimiento avanzado, donde las vías del ferrocarril y el tren marcaban la pauta de una época. Graciela nos sumerge en las transformaciones que presenció su familia, desde la llegada de un inglés que modernizó las prácticas agrícolas hasta la transición de trenes a camiones. Santa Inés, en manos de Don Pedro Núñez, no solo era un hogar, sino un símbolo de festividades comunitarias y generosidad sin igual.
Dos de Mayo, la joya que surgió bajo la visión de Don Pedro, se revela como un legado arraigado en la historia y en la vida cotidiana de aquellos que lo habitaron. Graciela comparte cómo su padre, inicialmente un peón, ascendió a maquinista, desempeñando un papel crucial en la conectividad del pueblo donde vivía y Apóstoles a través del tren.
La propiedad Santa Inés, donde la familia Galeano vivió de cerca las transformaciones de los Núñez, fue el escenario de una jubilosa vida comunitaria. La descripción de Graciela sobre las celebraciones en días festivos y la generosidad de los Núñez revela una conexión profunda con la comunidad.
Don Pedro Núñez, retratado como un hombre tranquilo, rubio y de estatura media, se convierte en el epicentro de las memorias de Graciela. A pesar de su temprana ceguera, el fundador de Dos de Mayo seguía siendo una figura respetada, y su fallecimiento previo a los años '60, fue recordado con una procesión conmovedora que atrajo a personas de toda la región.
La partida de Don Pedro marcó el inicio de una nueva etapa para la familia Núñez. Graciela comparte cómo, tras la jubilación de su padre en 1960, el cambio de tecnologías agrícolas y la evolución del establecimiento llevaron a una transformación significativa en las operaciones cotidianas.
Hoy, Graciela reflexiona con alegría sobre aquellos días, recordando la dedicación de sus padres, la comunidad unida en Santa Inés y el impacto duradero de los Núñez en la formación de Dos de Mayo. Este relato detallado nos invita a un viaje emocionante a través de la historia, rindiendo homenaje a los visionarios que dieron forma al alma de este querido pueblo.
En sus últimas palabras, Graciela expresa: "Es un lugar tan lindo, tan cuidado, me parece que en toda la Argentina no hay un lugar así. Está muy lindo y yo creo que don Pedro y doña Elisa estarían contentos". Sus palabras resuenan como un tributo a la memoria de los fundadores, cuyo espíritu perdura en cada rincón de este encantador pueblo.



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