Representantes del Ministerio de Salud israelí informaron a la Knesset (Parlamento) que Hamas administró sedantes, específicamente clonazepam, a los rehenes antes de su liberación para crear una apariencia de felicidad. El clonazepam se usa comúnmente para tratar los trastornos de ansiedad.
Ronit Endevelt, representante del Ministerio de Salud, reveló que el objetivo era que los rehenes parecieran tranquilos y contentos mientras salían del cautiverio después de pasar más de 50 días en manos del grupo terrorista. La fuente no precisó si esta información se obtuvo a través de análisis de sangre o de los testimonios de los rehenes.
Hagar Mizrahi, jefa de la división médica del Ministerio, afirmó que los hospitales involucrados documentaron varios crímenes de guerra cometidos por Hamás relacionados con la salud de los cautivos. Estos delitos incluyen hambre, falta de tratamiento médico y uso prolongado de grilletes.
El presidente del Comité, Yoni Meshariki, ha solicitado a las autoridades sanitarias un informe detallado del proceso. Este acontecimiento añade una capa inquietante a la ya compleja situación entre Israel y Hamás.