Este domingo se cumplió diez días desde que comenzó el acampe policial en la avenida Uruguay de Posadas, y las negociaciones con el Gobierno provincial aún no se han reanudado. Los voceros de la protesta critican el último aumento salarial impuesto y exigen retomar las conversaciones.
Ayer, en el día más frío de mayo, se marcó una semana desde el intento fallido de reanudar el diálogo, después de la alta tensión provocada por el despliegue de efectivos federales en la zona. El suboficial Mayor (R) Germán Palavecino informó que el último ofrecimiento del Ejecutivo fue el jueves anterior, con un incremento del 30%. A pesar de esto, los manifestantes continúan insistiendo en la necesidad de mejorar la oferta, argumentando que las demandas han sido ignoradas durante meses.
Al preguntarle sobre las escalas salariales, tras el anuncio del gobernador Hugo Passalacqua en su cuenta de X, Palavecino afirmó: "No hemos podido ver lo que liquidamos, solo tenemos versiones pero no confirmaciones del aumento".
El principal reclamo sigue siendo un salario básico de $700.000 para un agente sin antigüedad. Palavecino reafirmó: "Es el pedido de cualquier trabajador, que como contraprestación pueda cubrir al menos la canasta básica".
Palavecino y su compañero Ramón Amarilla revelaron que los manifestantes y sus familias están sufriendo problemas de salud debido a las duras condiciones del acampe. "La salud de muchas personas está siendo afectada. Un compañero tuvo una afección pulmonar y está en terapia; es un suboficial retirado llamado Bernal. Ayer, Servicios Sociales de la policía asistió a muchos camaradas y niños. Seguimos insistiendo y esperamos que las autoridades tomen conciencia y hagan las adecuaciones presupuestarias necesarias para atender este reclamo de carácter alimentario", dijo Palavecino.
Amarilla agregó que Bernal es “un colega de Jardín América, un luchador que siempre nos ha apoyado. Su condición es grave, resultado de estos días y meses anteriores en los que hemos participado en diversos acampes, esperando que el Gobierno provincial nos escuche. Todas las afecciones de nuestro personal y sus familias son responsabilidad del Gobierno por mantenernos bajo el frío. Si hubiera habido voluntad política, esto se habría solucionado en 24 horas”.
Amarilla insistió que las autoridades están jugando con el cansancio de los manifestantes, esperando que se retiren por su cuenta. "Nos vamos a quedar porque falta voluntad. Les enviamos una propuesta reducida, pero impusieron un aumento unilateral y desde entonces no nos han llamado más. Así no se resuelve, se resuelve dialogando", concluyó.
Fuente: Primera Edición