El Frente de los Trabajadores de la Educación en Lucha (FTEL) ha emitido un comunicado oficial en el que se informa acerca de las jornadas de protesta llevadas a cabo los días 24 y 25 de mayo en el departamento Iguazú. En estas jornadas, los trabajadores del sector educativo realizaron diversas actividades para visibilizar sus reclamos y protestas.
En el comunicado, se denuncia la subordinación de la fuerza policial a la "barra" de control de acceso en la ciudad del mismo nombre. Además, se menciona que se ha acosado y amedrentado a docentes que viven y trabajan en la ciudad, lo cual debe poner en alerta al resto de los misioneros para no permitir que se naturalice.
Los Trabajadores del FTEL no buscan confrontación, pero no desisten en sus reclamos. En la asamblea sesionada se ha resuelto llevar adelante un paro por 48 horas los días 31 de mayo y 1 de junio sin asistencia a los lugares de trabajo, con libertad de acción en las diferentes asambleas. También se ha establecido un paro por 48 horas los días 6 y 7 de junio, con la realización de una Asamblea Provincial en Oberá el día 6.
En la asamblea provincial del día 25/05 se ha determinado que en esta fecha concluye el estado de sesión permanente de la misma. Además, durante esta asamblea los trabajadores han conocido el estado de sus recibos de sueldo y los importes que el CGE ha quitado de sus haberes en forma arbitraria y con montos injustificados.
Se han observado retenciones de parte del salario aduciendo que sería por huelga, lo cual ha llevado a la zona capital a realizar acciones de reclamos donde corresponda, invitando a acompañar el reclamo salarial a colegas de otras asambleas o puntos de la provincia.
El comunicado oficial del FTEL también denuncia la práctica ilegal consentida, alentada y financiada por el gobierno municipal y provincial, de un grupo contratado ejerciendo las veces de policías que se toman atribuciones de revisar y seleccionar a la población, fuera de toda ley en un estado de derecho.
En conclusión, el FTEL reafirma su determinación y convicción con la que los trabajadores de la educación llevan adelante cada asamblea, cada movilización y todos los reclamos. Siempre convencidos de que la organización y la perseverancia los encontrarán de pie y en acción, en defensa de los derechos, teniendo en claro que esto los convoca a profundizar la lucha para alcanzar conquistas.