En un emocionante encuentro por la sexta jornada del grupo H, el equipo dirigido por Rubén Darío Insua logró una hazaña impresionante al vencer a Estudiantes de Mérida y asegurarse un lugar en la fase decisiva del segundo torneo continental. Los héroes de la noche fueron Bareiro, Braida y Barrios, quienes brillaron en el campo de juego.
El partido estuvo marcado desde el principio por los insultos hacia los dirigentes, lo que generó una atmósfera tensa y complicada para San Lorenzo, que necesitaba una diferencia de tres goles y que Palestino no sumara ni un empate ante Fortaleza en Chile. Con nerviosismo en el Nuevo Gasómetro, el comienzo no fue el esperado.
En los primeros minutos, un grosero error defensivo permitió a Estudiantes de Mérida adelantarse en el marcador con un gol tempranero. La bronca se hizo evidente en Rubén Darío Insua, quien descargó su impotencia contra un cartel de publicidad.
A pesar del mal inicio, San Lorenzo recibió buenas noticias desde Chile, ya que Lucas Crispim anotó un gol que encendió las esperanzas azulgranas. Sin embargo, el equipo argentino aún necesitaba convertir cuatro veces para mantenerse en la competición.
Antes del descanso, en medio de la desesperación y los pedidos constantes de penales al árbitro, San Lorenzo logró empatar gracias a un penal sancionado por una falta sobre Agustín Giay. Fue una escena poco común, ya que Giay quería ejecutarlo, pero Federico Gattoni intervino y Adam Bareiro fue quien finalmente lo convirtió. Así, el paraguayo cruzó su remate y selló el empate.
En la segunda mitad, San Lorenzo necesitaba anotar tres goles más para seguir en carrera. El ingreso de Nicolás Blandi como refuerzo ofensivo marcó la estrategia del equipo, que buscó aprovechar la vía aérea. Y a los 10 minutos de la segunda parte, Adam Bareiro anotó un gol de cabeza imparable y puso el 2-1 a favor del Ciclón.
El delirio se apoderó de los aficionados cuando Fortaleza también anotó un gol en Chile, lo que significaba que San Lorenzo estaba asegurando su clasificación. Para confirmar la gesta, el Perrito Barrios selló el triunfo con una maniobra individual que terminó en el 4-1. Sin embargo, Palestino no se resignó y marcó un descuento.
Con esta victoria, San Lorenzo logró una remontada milagrosa en la última fecha de la fase de grupos, recordando su hazaña en la Copa Libertadores conquistada durante la era del Patón Bauza. Ahora, el Cuervo sueña con una nueva gesta continental. El amor propio y el sentido de pertenencia fueron factores clave en el proceso liderado por Rubén Darío Insua. En el Estadio Pedro Bidegain revivió un candidato.