En Puerto Iguazú, la reserva de vida silvestre Güirá Oga registró una serie de casos alarmantes en los que monos han perdido la vida o han quedado gravemente heridos a causa del contacto con los cables eléctricos de los transformadores. Según reportes del centro de rescate y rehabilitación, al menos tres monos han fallecido, mientras que otros dos presentan secuelas significativas.
El Güirá Oga es conocido por su dedicación en el rescate y cuidado de animales afectados por el contacto con la urbanidad y los atropellamientos. En esta ocasión, han hecho público su preocupación por el impacto negativo que la instalación de redes eléctricas está teniendo en las zonas selváticas. Los monos, en particular, se ven expuestos a un grave peligro al utilizar los transformadores como refugio debido a la falta de protección en estas estructuras ubicadas en medio de la selva.
Jorge Anfuso, director del Centro Güirá Oga, manifestó que esta problemática no es nueva y que ya habían alertado a Electricidad de Misiones sobre la necesidad de implementar medidas de protección en el área de las 600 Hectáreas en Puerto Iguazú. Sin embargo, hasta el momento no se ha tomado ninguna acción al respecto.
El contacto con cables de alta tensión ha dejado a algunos monos con secuelas severas que podrían impedir su reintegración a la vida silvestre. En un reciente caso compartido en redes sociales por el centro de rescate, se muestra a un primate que ha sobrevivido, pero con lesiones importantes.
Ante esta situación, Anfuso ha expresado su incertidumbre sobre la viabilidad de colocar protectores en los transformadores, pero insiste en la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar más muertes y lesiones graves en los monos. La zona afectada alberga numerosos emprendimientos turísticos privados, lo que aumenta el riesgo para la vida silvestre.
La electrocución de monos en la selva de Puerto Iguazú es un llamado de atención sobre la importancia de conciliar el desarrollo humano con la conservación de los ecosistemas naturales. Las autoridades competentes y las empresas eléctricas deben trabajar en conjunto para implementar soluciones que protejan a estos primates y eviten futuras tragedias.