El pequeño paraje de Colonia Aurora, en la provincia de Misiones, se vio estremecido por la desaparición y posterior hallazgo sin vida de Ayelén Milagros Prestes, una niña de tan solo 10 años. La pesadilla comenzó cuando la menor salió de su hogar acompañada de su perrita para realizar un mandado y no regresó. La madre, angustiada, alertó a la policía, desencadenando un extenso operativo de búsqueda.
La intensidad del operativo involucró a diversas fuerzas de seguridad, incluyendo la Prefectura Naval Argentina y la Gendarmería Nacional. La preocupación por la seguridad de Ayelén unió a la comunidad en el esfuerzo por encontrarla. Sin embargo, la trágica historia tomó un giro devastador cuando el cuerpo de la niña fue descubierto en un maizal en el Km 19 de la Ruta Provincial N° 222.
Con la desoladora noticia del hallazgo, la atención se volcó hacia la identificación del responsable. Daniel Alberto N, de 62 años, fue señalado como el principal sospechoso. Los procedimientos policiales y la detención del individuo se llevaron a cabo, generando conmoción en la comunidad y medios de comunicación.
Sin embargo, un giro inesperado en la narrativa surgió con el comunicado oficial emitido por el Consejo de Pastores de la Provincia de Misiones. La noticia inicial sugería que Daniel Alberto N. era un pastor evangélico, situación que tomó relevancia en los medios de comunicación y en la comunidad. El Consejo de Pastores, en un esfuerzo por brindar claridad y precisión, expresó su repudio por el abuso sexual y la muerte violenta de la menor, al tiempo que desmintió la afirmación de que Daniel Alberto N. era un pastor reconocido.
En el comunicado, se especifica que el sospechoso no es pastor ni está avalado por el Consejo de Pastores de Aurora ni de la Provincia de Misiones. Se destaca que Daniel Alberto N. habría asistido a un templo evangélico, pero nunca se le otorgó el papel de pastor debido a sus antecedentes penales. El Consejo hizo hincapié en la importancia de informar correctamente y con seriedad, subrayando que cualquier persona no puede autoproclamarse pastor, ya que existen pautas y un funcionamiento interno que deben respetarse.
Este caso lamentablemente ilustra la necesidad de abordar la información con precisión y responsabilidad, especialmente en situaciones delicadas que afectan a la sociedad en su conjunto. La comunidad de Colonia Aurora se enfrenta a la triste realidad de la pérdida de Ayelén, mientras las autoridades judiciales trabajan para esclarecer los detalles de este trágico suceso.