En el Barrio San Lorenzo de Dos de Mayo, una familia ha sido víctima de un robo que ha dejado huellas de indignación y temor en toda la comunidad. Los delincuentes, aprovechando la ausencia de los propietarios, ingresaron a la vivienda y se llevaron diversos objetos de valor, dejando a su paso un desorden caótico y destrozos irreparables.
La familia afectada, consternada por lo sucedido, decidió presentar una denuncia ante las autoridades correspondientes, buscando justicia y esperando que los responsables enfrenten las consecuencias de sus actos. Sin embargo, la indignación surge cuando se descubre que los perpetradores son menores de edad y que no se les imputará ningún cargo o castigo por sus acciones.
Ante esta situación, la víctima del robo expresó su profunda indignación: "Siento una gran indignación por el hecho de que los menores involucrados en este robo violento no enfrenten ninguna consecuencia legal. Ellos también son culpables y deberían ser responsabilizados por sus actos", manifestó con voz firme.
La falta de imputación de cargos a los menores ha generado un intenso debate en la comunidad. La víctima sugiere que se les imponga servicio comunitario o se les mantenga bajo arresto domiciliario como una forma de hacerles pagar por lo que han hecho. O en todo caso, señalar la responsabilidad de los padres en retribuir por el daño causado, ya que se descubrió que algunos de los objetos robados fueron encontrados en el domicilio de los padres de los menores involucrados, lo que los convierte en cómplices.
No obstante, la preocupación va más allá de los daños materiales sufridos por la familia afectada. La víctima del robo expresó su temor constante y la imposibilidad de dormir tranquila, sabiendo que podrían volver a irrumpir en su hogar. "No se trata solo de los objetos robados, sino del miedo que nos han dejado. Es frustrante saber que no estamos seguros en nuestro propio hogar", afirmó a Dos de Mayo Noticias.
Además de los objetos sustraídos, los delincuentes dejaron un rastro de desorden y destrozos en la vivienda. "No solo se llevaron nuestras pertenencias más valiosas, sino que también dejaron un desastre a su paso. Es desalentador tener que limpiar y reparar todo lo dañado", lamentó la víctima del robo.
Otro aspecto preocupante es el hecho de que, si alguien se defiende y lastima a los ladrones en un intento por protegerse o proteger su propiedad, podría ser el dueño de la casa quien termine enfrentando consecuencias legales. Esta injusticia ha generado aún más frustración entre los residentes del Barrio San Lorenzo, quienes claman por una justicia equitativa y una mayor protección para las víctimas.
La falta de imputación de cargos a los menores involucrados, así como la responsabilidad de los padres y la sensación de inseguridad, han generado un llamado a la conciencia y a la búsqueda de soluciones para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.